El día 28 de marzo realizamos una
ruta literaria por el casco viejo de nuestra ciudad en relación al famoso libro
que leímos el trimestre pasado y del que todos conocemos su historia llamado La Celestina.
Primero fuimos a la plaza San
Felipe donde nos encontramos con unas chicas las cuales nos iban a acompañar
durante toda la ruta y quienes nos fueron explicando en cada parada información
y datos sobre esta obra.
En nuestro caso la persona que
nos acompañó fue Nines, quien nos introdujo La
Celestina realizando varias preguntas para que pudiésemos contribuir todos
en la introducción de la obra. Algunas de las preguntas fueron el año de la
publicación del libro, que fue en 1499, a qué se dedicaba Celestina… Nines nos
contó que al principio esta obra era conocida como Tragicomedia de Calisto y Melibea,
aunque realmente de comedia no tiene nada ya que todos sabemos lo mal
que acaba esta triste historia de «amor».
Nuestra siguiente parada fue el
museo Pablo Gargallo, el cual Nines asociaba con la casa de Melibea ya que
posee características similares a la posible casa de la enamorada. Al entrar
vimos una de las obras del pintor y escultor aragonés que mejor representa lo
que es el amor y sus síntomas. Algunos de los que podemos resaltar son las
famosas mariposas en el estómago, ansiedad o no de comer, tener en la cabeza
todo el día a esa persona especial…
También hablamos de las fases del
amor cortés las cuales eran, primero, enviar poemas a la enamorada, después las
caricias, más tarde darse la mano, luego el beso y, por último, las relaciones
íntimas. ¿Y por qué hablamos del amor cortés? Porque nuestro protagonista
Calisto se saltó el orden de las fases ya que solo quería llegar a la etapa
final. Para ello, contrató a Celestina para que hiciese un hechizo y así poder
tener relaciones con Melibea.
Después de esta parada, salimos
del museo y vimos un mural en la calle Torre Nueva en el que podíamos ver cómo de torcida estaba
la torre que antiguamente había en esa plaza y con la que gracias a sus
campanadas, Calisto y Melibea podían quedar a medianoche.
Un dato de interés sobre esta
torre es que cuando querían tirarla porque estaba torcida y la veían como un
peligro para todos, sacaron dinero cobrando una entrada para subir a lo alto de
la torre y así financiar los costes de la destrucción de esta torre.
Seguimos con la ruta en la
iglesia de Santa Isabel de Portugal donde observamos su fachada y pudimos ver
las caras endemoniadas que había en ella y así poder explicar lo que suponía la
deshonra de las mujeres en esa época. El suicidio de Melibea estuvo relacionado
con esto, ya que cuando Calisto murió, la joven
se vio «obligada» a acabar con su vida ya que había perdido una de las
cosas más importantes para la mujer y su familia, su honra.
Más adelante
fuimos al Mercado Central donde antiguamente era el lugar en el que ahorcaban a
los delincuentes pobres. Era una forma de sufrimiento y vergüenza para ellos ya
que morían delante de todo el mundo y muy lentamente. Las familias aprovechaban
la noche para intentar coger los cuerpos y así poder enterrar a sus familiares
dignamente, aunque les era difícil porque estaban custodiados por un alguacil.
Las hechiceras como Celestina robaban uñas, dientes, etc. de los ahorcados para
realizar hechizos.
El procedimiento del ahorcamiento
de los criados de Calisto, Sempronio y Pármeno, se ve reflejado en este ritual
debido a que fueron condenados con este castigo tras matar a Celestina por
codicia.
Ya casi
terminando la excursión, fuimos a las escaleras de la iglesia de San Juan de
los Paneles. Allí Nines nos explicó cosas sobre la menstruación inimaginables
en la actualidad. Una de las afirmaciones de la época era que si tenías el
período era señal de que el fluido masculino no había llegado a su objetivo y
se había podrido y por eso la mujer sangraba.
También hablamos de que cuando la
mujer perdía la honra tenía dos opciones. La primera era meterse a monja, pero
sólo podías si tenías dinero; la otra era o dedicarse a la prostitución o ser
criada. Irónicamente, la mejor opción si no tenías dinero era ser prostituta.
Finalmente, fuimos a la basílica
del Pilar. Una vez dentro hablamos del ideal de la mujer de la época de la
Celestina, el cual era parecerse a la madre de Jesús, la Virgen María. Este
ideal era algo imposible de conseguir pero el sueño de muchas mujeres.
También hablamos de temas no
relacionados con la obra pero sí de interés como por ejemplo del karma, del
machismo… Una vez ya terminado el mini debate despedimos la visita con un
fuerte aplauso para Nines.
Personalmente, fue una sorpresa
ya que nos esperábamos que fuese una excursión menos entretenida, pero las
chicas encargadas de la ruta hicieron que la sintiéramos amena para todos y de
interés.